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Dra. OLGA LUCIA RONDEROS

Coach Emocional

SOFROLOGÍA - PNL - COACHING LIFE

Adicción al Trabajo ¿Cómo Reconocerla?

Cómo puedes reconocer si eres Adicto al Trabajo

¿Te apasiona tu trabajo? ¿Pasas más horas de las que deberías en tu oficina y cuando terminas te llevas trabajo a casa? ¿Te sientes malhumorado e irritable cuando no trabajas? Quizás tienes adicción al trabajo.

La adicción al trabajo es la necesidad excesiva e incontrolable de trabajar incesantemente, que afecta la salud, la tranquilidad, la felicidad y las relaciones personales.

La investigadora Erika Villavicencio Ayub, de la facultad de psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) apunta:

“No debe confundirse a los empleados responsables, dedicados, productivos y comprometidos con los adictos al trabajo. Las diferencias radican en que el compromiso y la vinculación laboral se constituyen por personas sanas, que logran desconectarse cuando es oportuno, descansar y volver al trabajo con altos niveles de productividad y tienen comportamientos positivos que no dañan su salud ni calidad de vida”

El adicto se vuelve una persona muy intensa que busca llevar a cabo sus responsabilidades laborales de una forma compulsiva. Por ello, es incapaz de mantener un equilibrio entre su vida personal y su trabajo.

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Dra. Olga Lucia Ronderos
Sofróloga Clínica

Nuevos estudios demuestran que factores como las nuevas tecnologías, la globalización y la creciente competencia laboral han propiciado que cada vez más se transgredan los límites entre trabajo y vida personal, social y familiar.

Estudios internacionales señalan que un adicto al trabajo labora más de 50 horas a la semana. De acuerdo a encuestas, 35% de los trabajadores afirmó trabajar de 10 a 12 horas diarias, mientras que otro 7% señaló hacerlo más de 12 horas.

Otro aspecto clave para definir a un adicto al trabajo es la invasión del trabajo en la vida personal. Al respecto 48% de los trabajadores afirman llevar trabajo a casa para terminarlo en la noche, aunque sólo 6% señala hacerlo diariamente. Esto indica que muchos de los fines de semana y días libres, 4 de 10 trabajadores, se convierten en días laborales común y corrientes.

A pesar de todo, para la mayoría de los trabajadores no trabajar en casa no implica desconectarse de sus responsabilidades por completo, puesto que gracias a las nuevas tecnologías 75% de ellos contestan correos y reciben llamadas relacionadas con su trabajo en su tiempo libre. Conducta que se vuelve totalmente “normal” en la persona adicta al trabajo (workaholic) y no repara en lo molesto que resulta para las personas con las que se encuentra, llegando casi al punto extremo de producir ruptura de pareja, social o familiar.

Quiero invitarte a que te hagas las siguientes preguntas y las respondas lo más honestamente posible:

  • ¿El tiempo de descanso es tan reducido que no te alcanza para disfrutar de los ingresos que consigues en tu trabajo?
  • ¿El trabajo es tu tema de conversación preferido?
  • Cuando no estás trabajando, ¿tienes la sensación de estar perdiendo tiempo valioso?
  • ¿No tienes inconveniente en disponer de las noches o festivos para adelantar temas de trabajo?
  • ¿Miras el reloj constantemente? ¿No confías en delegar trabajo, pues consideras que nadie lo hará igual de bien que tú?
  • ¿Te encuentras pensando en el trabajo todo el tiempo, incluso cuando haces actividades que no tienen que ver con él?
  • ¿Estás siempre atento a tu celular y correo electrónico en caso de presentarse alguna situación laboral?
  • ¿Sueñas a menudo que estás adelantando trabajo?
  • ¿Eres una persona altamente competitiva, incluso en actividades familiares?
  • ¿No puedes imaginarte tu jubilación sin trabajar?
  • ¿Tu familia o amigos te acusan frecuentemente de prestarle más atención al trabajo que a ellos mismos?
  • ¿Te sientes impaciente cuando te hacen esperar o cuando las personas o no “van al grano”?
  • ¿Consideras que los verdaderos logros se relacionan con los alcances profesionales, más que los personales?
  • ¿Sientes miedo al fracaso?
  • ¿No toleras los errores de tu jefe, equipo o subordinados?
  • ¿Estás de vacaciones y sigues contestando llamadas del trabajo, incluso te retiras a solucionar los problemas, porque nadie más lo puede hacer?
  • ¿En la noche, nunca apagas el celular por “si acaso” te necesitan?

Como en el tratamiento de otras adicciones como el alcohol, las drogas, a las personas entre otras, el primer paso para empezar a combatir la adicción al trabajo es aceptarlo. Si contestaste varias de estas preguntas afirmativamente, te sugiero prestarle atención, pues sufrir de esta adicción puede implicar que se complique la relación que tienes contigo mismo y con otras personas y desarrolles problemas emocionales y físicos.  

“Deja el miedo al futuro, permítete vivir el presente, sólo tienes una sola vida y la estas dejando escapar. Los demás también quieren estar contigo y tú mereces ese momento descanso y recreación”

5 consecuencias de ser adicto al trabajo

  • Laborales:

Los empleados o jefes obsesionados con su trabajo bajarán su rendimiento productivo, ya que al estar emocional o físicamente “enfermos” no rendirán como una persona sana, tampoco serán capaces de crear relaciones positivas con el equipo de trabajo, crean un clima problemático al querer que todo se haga a su ritmo y a su manera, son intolerantes cuando no se está de acuerdo con ellos o por el contrario se comienzan a aislar y no participan por temor al fracaso y al qué dirán.

  • Físicas:

Sobrepasando los límites del trabajo, la persona podrá ver como este trastorno provoca, entre otras, enfermedades de diversa índole: cardiovasculares, digestivas entre otras, baja energía y por ende cansancio permanente, fenómenos vegetativos como taquicardia, sudoración, dolores de cabeza, dolor de estómago, náuseas, malestar general.

  • Psicológicas:

Puede comenzar a consumir sustancias tóxicas que permitan sobre estimularse para poder producir. El adicto tiene desconfianza consigo mismo o con los demás, falta de autoestima y por eso está siempre disponible, siente la necesidad de complacer constantemente o por el contrario tiene un súper ego, que confunde habitualmente con tener su autoestima alta, presenta irritabilidad, a veces se vuelve muy hiperactivo, padece habitualmente de insomnio, ansiedad, depresión, fatiga mental, falta de atención y concentración, estrés, disminuye la creatividad, siente la sensación de no “poder” o no “entender” y su rendimiento se ve disminuido.

  • Familiares y sociales:

Tiene poca capacidad para poder disfrutar del ocio, irritabilidad con el círculo de amistades y poco interés en compartir con la familia. El adicto al trabajo puede tener la excusa de que hace un sacrificio personal por su familia, y al no ser mal visto por la sociedad, no sabe qué además de hacerse daño, está privando a familiares y amigos de pasar tiempo de calidad juntos.

  • Sentimentales:

No será capaz de establecer vínculos afectivos profundos ni relaciones amorosas, ya que al concentrar toda su atención y energía en el trabajo dejará de lado la posibilidad de conocer a alguien, tener una cita, ver una película, o mantener la relación actual viva.

6 consejos para superar tu adicción al trabajo

  • Trata de involucrarte en los objetivos laborales hasta cierto punto, para darle paso a tus otras áreas de vida.

Para empezar a superar esta adición es esencial que dejes a un lado tus objetivos laborales y los dejes en tu oficina, ya que esto te permite sentirte bien y satisfacer tus otras áreas de vida, permitiendo que entre a tu vida un equilibrio y no permitir de ninguna manera que el trabajo se vuelva el centro o eje de tu vida.

Por ello, debes aprender a poner límites y encontrar otras motivaciones que te hagan feliz fuera del trabajo, como tener hobbies, una actividad o simplemente pasar tiempo con la familia, pareja o amigos. Un consejo es pensar una lista de esas cosas que te gustaría retomar o aprender de nuevo y buscar tiempo para compaginarlo con el trabajo.

  • Organiza tus tareas y controla el tiempo

¿Todas las tareas a realizar son igual de importantes? Evalúa el impacto que tiene cada tarea y si es esencial terminarlo todo en un mismo instante.

Organízate y termina una tarea antes de empezar otra nueva. Además, aprende a decir “no” a aquellas tareas que te pides con exigencia a pesar de no ser urgentes.

Algo importante para establecer las metas de trabajo es tener en cuenta estos 4 requisitos:

    • Estar en tus manos ya sea sólo o en equipo.
    • Ser Realista en la ejecución de los tiempos.
    • Que la tarea o meta sea retadora o muy retadora para auto motivarte.
    • Debe producirte un beneficio personal.  

Debes aprender a manejar las fechas de entrega. Para esto necesitas a hacer un cronograma con tiempos realistas para poder cumplir y entregar a tiempo ya sea si sólo depende de ti o del equipo con el que laboras. Aplica la regla: 80/20 esta te permite tener excelencia y abandonar el perfeccionismo y de este modo te acostumbras a laborar dentro de los tiempos determinados para esa meta y entregarlo con calidad. Es importante no comprometerte a entregar trabajos, en tiempos que no son realistamente humanos. Olvida el “Súper hombre” o “Súper chica” que llevas dentro, porque terminas frustrándote.

  • Pon límites

Muchas veces la obsesión con el trabajo impide ver la realidad y te encierra en un mundo paralelo, pero tienes que ser capaz de poner límites y aceptar el fin de la jornada laboral.

Al empezar tu día, prioriza esas tareas importantes y urgentes para gestionar el tiempo correctamente, y así dejar de trabajar a tu hora de salida. Establece los objetivos nobles y los lastres.

    • Objetivos Nobles:

Metas que te importan y motivan.
Producen cambio, satisfacción y avance
Conducen al objetivo y son importantes no urgentes
Se dan en tiempos determinados y reducen el tiempo para lograr la meta-objetivo

    • Objetivos Lastre:

Metas del diario
Responsabilidades urgentes, pero no importantes
Restan tiempo a los objetivos importantes y merman la productividad
Aumentan el tiempo para llegar a la meta-objetivo.
Son necesarias hacerlas, pero se debe priorizar y ejecutar primero los objetivos nobles.

Debes comprometerte a no consultar el correo electrónico, redes ni a tocar temas pendientes con compañeros o clientes y enfocar tu energía en el descanso. Limita el número de tareas que aceptas en el trabajo. Si es posible con el “mágico no”, no eres Superman o Súper chica, para cumplir todas las tareas al tiempo, créeme esto no te hace menos profesional en tu empresa, todo lo contrario, tu rendimiento y efectividad bajarán por más que no quieras y tu imagen no quedará tan bien y tendrás como resultado frustración e insatisfacción contigo mismo, no por capacidad sino por cansancio.

    • Aplica la regla: 80/20.

80% produciendo en las horas de trabajo establecidas sin distracciones.
20% te corresponde a tus momentos de descanso-actividad “personal”

Cuando inviertes la regla: 20% trabajas y 80% miras Tv, computador, redes, sociabilizas, almuerzos o reuniones prolongadas, hacen que todos los limites se salgan de control y te conviertes en un trabajador de tiempo completo, sin noches, ni fines de semana, porque “no alcanza el tiempo” o quizás no eres un buen administrador del tiempo.

  • No mezcles la vida personal con la profesional

Para no pensar en el trabajo una vez acabada la jornada, un consejo es distraerte con actividades que te ocupen gran parte de tiempo en las horas fuera del trabajo y aprendas a disfrutarte y ser creativo, sólo tienes una vida por vivir.

Una buena idea es comprometerte con actividades saludables como hacer deporte, leer un nuevo libro, puedes salir a tomar un café con amigos o visitar una exposición de arte que te llame la atención, visitar personas de tu agrado, colocar música, cantar y bailar para liberar energía. Colócate el reto de no usar tu computador o teléfono cuando sales de trabajar para poder disfrutar de personas o cosas diferentes. ¡Esto es algo realmente muy retador, prueba que, si eres capaz, tal como lo haces con tu trabajo! Demuestra que eres un ser integral, polifacético y puedes con todas las áreas de tu vida: personal, social, intelectual, pareja, salud física y emocional, trabajo recreación. Que el trabajo no te impida vivir la vida que eres capaz de crear para ti, sólo es un área más de tu vida.

  • Relájate, ¡te mereces un descanso!

Por último, para combatir el estrés laboral y desconectar al 100%, quiérete y dedícate un tiempo para ti, sé más flexible. Puedes acudir a un spa para reducir tensiones o ir a clases de yoga, escuchar música en casa mientras cocinas algo que te gusta. Si no te mueres por el deporte, puedes ir a dar un paseo o compartir un buen rato con amigos.

¡Llego el momento del cambio, sólo por hoy¡

  • Busca ayuda

Ser adicto al trabajo no es un problema menor, es algo que te está consumiendo y con esto se está viendo afectada tú familia, amigos y especialmente tú. El trabajar largas jornadas, reduce tu productividad, creatividad y sobre todo pierdes tu tranquilidad y la capacidad de disfrutar la vida: sólo tienes una, por eso es importante primero que todo que aceptes que tienes un problema y darte la oportunidad de sanar, si tienes disposición todo te será mucho más fácil.

¿Dónde puedo encontrar ayuda?

En www.emocionalmenteok.com, hallarás las herramientas que necesitas para aprender a reconocer y gestionar tus miedos y emociones para mejorar tu salud y tu calidad de vida.

También encontrarás un espacio personalizado desde tu casa a través de videoconferencia, donde te sentirás cómod@ y donde tendrás la misma efectividad y accederás a todos los beneficios de la misma forma que en una cita presencial, como lo acreditan los estudios de la Universidad de Zürich.

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Mi nombre es Olga Lucía Ronderos, soy Sofróloga Clínica con más de 28 años de experiencia, y me gustaría acompañarte en este proceso desde una mirada profesional, garantizándote resultados positivos en el menor tiempo posible.

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