Hoy en día, cuando echamos un vistazo a las redes sociales, encontramos ‘expertos’ en las prácticas más extrañas e inéditas que nos aseguran el bienestar total. Expertos coach, masajistas, tarotistas, mentalistas, psicólogos ‘new age’ -entre otros- que han inventado nuevas formas de vivir y de conectarse con el mundo.
Aunque muchas de estas nuevas prácticas no se apoyan en una base sólida, otras sí la tienen, pero algunas se han tergiversado y otras se han banalizado con el paso del tiempo en favor de la viralidad y el marketing. En ese aspecto nosotros, como ‘compradores’, hemos caído en trucos que parecen atractivos, pero que, a la larga, nunca nos funcionarán para obtener resultados positivos.
Es aquí donde entra la sofrología. Una de esas bases sólidas y científicas que la mayoría de nosotros desconoce por una sola razón: existen muy pocos expertos que de verdad conozcan y sepan aplicar este maravilloso conjunto de técnicas alternativas.
Y es que, probablemente, no hayas leído o escuchado antes el término sofrología. Sin embargo, te aseguro que tienes alguna idea sobre sus aplicaciones, pues no solo es una rama de la ciencia que tiene más de 50 años de existencia, sino que apela directamente a lo que todos los seres humanos buscamos sin cesar en el transcurso de la vida: una conciencia en equilibrio.
Los estudios sofrológicos apuntan a que un individuo sano tiene tanto una mente
como un cuerpo sano. La clave está en el equilibrio y en cómo conseguirlo a partir de diferentes técnicas.
Entonces, ¿qué hace un sofrólogo?
Si bien la Sofrología tiene sus orígenes en algunas prácticas espirituales, un profesional en sofrología va más allá, y se ha entrenado para trascender esos orígenes y convertirlos en un conjunto de técnicas prácticas y científicamente comprobadas que generan, una vez aplicadas con disciplina, un bienestar general y permanente para cualquier persona.
Los sofrólogos pueden especializarse en la sofrología social, que nos ayuda a mejorar aspectos de nuestra personalidad para facilitar nuestra integración en grupos y la conexión social, o en sofrología clínica, que es la que nos ayuda a contrarrestar diferentes patologías, que tienen origen principalmente en lo psicológico o emocional, para mejorar nuestra calidad de vida.
La sofróloga encontrará la raíz de nuestro problema emocional y ayudará a potenciar nuestras capacidades para que podamos adaptarnos a las circunstancias y aprendamos a actuar de la mejor forma en los diferentes escenarios de la vida. Está capacitado para eso y sus muchos años de estudio nos garantizarán un proceso exitoso.
En conclusión, pese a que la sofrología lleva muchos años existiendo, la verdad es que no existen muchos sofrólogos profesionales que se hayan tomado el tiempo y el trabajo de investigar y aplicar correctamente estas técnicas que, en muchos sentidos, se han tergiversado para convertirse únicamente en falsas promesas. El sofrólogo sabe a lo que se enfrenta y, por eso, ha puesto su corazón y su vida en ese camino.
¿Dónde puedo encontrar ayuda?
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Mi nombre es Olga Lucía Ronderos, soy Sofróloga Clínica con más de 28 años de experiencia, y me gustaría acompañarte en este proceso desde una mirada profesional, garantizándote resultados positivos en el menor tiempo posible.
